La publicación se basa en el catálogo de proyectos que se desarrolló en el transcurso de la redacción de la tesis doctoral que realizó José Ángel Medina Murua en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra bajo la dirección del Catedrático Juan Miguel Otxotorena. La primera dificultad de la investigación consistió en desmontar el mito de que el archivo Aizpurua-Labayen había ido desapareciendo a lo largo de los años. Primero sería la guerra civil quien mermaría el fondo documental del estudio de los arquitectos; después el préstamo del material que Joaquín Labayen hizo para la publicación del Nueva Forma monográfico dedicado a José Manuel Aizpurua en 1969 y que nunca volvió de vuelta al estudio del tolosano. Sin embargo, y después del exhaustivo estudio de todas las fuentes, se pudo comprobar que gracias al celo y el escrupuloso orden de Joaquín Labayen, todavía quedaba documentación suficiente para completar un catálogo que diese fe de la fecundidad del trabajo de los guipuzcoanos. Asimismo, la familia Aizpurua guardaba todavía documentación, sobretodo fotografías, que ayudaron a completar el catálogo.
En aquel catálogo, como en este, se recogen dibujos y fotografías originales de los archivos correspondientes a las familias de los arquitectos y a otros fondos como el del GTA Archive del ETH de Zúrich o el legado Aguinaga en el Archivo
de la Universidad de Navarra. El catálogo prima el carácter original del material documentado por encima de cualquier otra fuente, como es natural. Por lo tanto, el catálogo no responde a una pormenorización descriptiva de los proyectos sino a una documentación de material original. En gran medida esbozos y croquis de sus proyectos. Sin embargo, algunos de los proyectos documentados apenas cuentan con material original y se ha tenido que acudir a fuentes indirectas, como la monografía de Nueva Forma antes citada, para incluir proyectos que no podían quedarse fuera de la publicación.
Asimismo, el catálogo recoge todas las memorias existentes de los proyectos. En este caso, las fuentes también han sido diversas pues apenas quedaba testimonio original manuscrito de los texto. Por eso se ha acudido a las publicaciones de la época con tal de recoger de una vez todo el material escrito de los arquitectos. En este caso, y de cara a la edición en Euskara de la publicación, se ha visto preferible mantener el carácter original de los textos y no someterlos a la correspondiente traducción.