La obra se centra en los atractivos de Zaragoza mediante un recorrido por los hitos más emblemáticos de la ciudad, ofreciendo una visión plácida y vitalista de la cultura, las comunicaciones y los nuevos centros comerciales, empresariales y de ocio. También da
cuenta de las exposiciones centenarias de 1908 y 2008, las áreas naturales más significativas y hace un análisis de los habitantes de la capital aragonesa.
El objetivo que se persigue es satisfacer las necesidades de una población ávida de cultura, actividades y eventos que representen lo mejor, lo óptimo de la vida en la capital aragonesa. Zaragoza constituye un mosaico de culturas -romana, musulmana, cristiana-
que han dejado su huella en el arte, la lengua, las costumbres y el urbanismo.
Todos esos contenidos están ilustrados con bellos dibujos y sugerentes fotografías que ayudan a su comprensión. Las estampas han sido realizadas por Mario Calvo y José Arguedas.