Pedro Antonio de Alarcón reunió sus cartes de visite en álbumes que, sobre todo, son los álbumes de su memoria pues en ellos se hallan las fotografías de sus amigos y de aquellas personas que tuvieron un significado especial en su trayectoria profesional y personal, y otras que se encontró en sus viajes artísticos y poéticos, con escaso equipaje, o en la guerra de África, donde fue testigo y sentó plaza de soldado.
El catálogo de la exposición constituye, además, una galería de personajes ilustres del siglo XIX: Pío IX, Napoleón III, Amadeo I de Saboya, Juan Prim, la duquesa de Alba, el duque de Rivas, Francisco Asenjo Barbieri, Emilio Castelar, Carolina Coronado, Adelardo López de Ayala, Gaspar Núñez de Arce, Leopoldo O'Donnell, Joaquín Francisco Pacheco, Nicomedes Pastor Díaz, Julián Romea, Antonio Ros de Olano, Antonio María Segovia Izquierdo y Ventura de la Vega, entre otros. De todos ellos tenemos la imagen fiel de la fotografía, la imagen que el retratado había elegido de forma meditada para que se difundiera y que así se le recordase.
En la colección de cartes de visite de Pedro Antonio de Alarcón que custodia la Fundación Lázaro Galdiano están representados gran parte de los mejores fotógrafos del siglo XIX. El elenco de fotógrafos extranjeros es extraordinario, con el gran Disdéri a la cabeza, pero además destacan otros nombres como Nadar, Ken, Le Gray, Altobelli y Molins, Bassano, Bernoud o Mayer & Pierson, cuyos retratos son considerados los más elegantes de la fotografía decimonónica.
Los autores españoles, o afincados en España, de la colección son los de máximo prestigio. Los fotógrafos con más obras son los retratistas que tenían gabinete en Madrid, las figuras relevantes en la historia de la fotografía española de la época: José Martínez Sánchez, Jean Laurent, Ángel Alonso Martínez, Martínez de Hebert y Eusebio Juliá.