El arte tipográfico contribuyó significativamente a la expansión europea y a la globalización del mundo en la Edad Moderna. Los impresos de la época constituyeron, junto a las colecciones de rarezas conservadas en los gabinetes de curiosidades y algunos indígenas llevados a Europa para ser exhibidos, la única fuente de información sobre los otros continentes. Los libros y grabados dieron a conocer las civilizaciones del Nuevo Mundo al que sólo habían llegado exploradores, colonizadores y misioneros. Al mismo tiempo, el libro impreso era el instrumento por excelencia para la transferencia de la cultura europea a los territorios de ultramar.
Muchos impresos de los que se sirvieron los monarcas ibéricos solían editarse en los Países Bajos meridionales. Buena parte de la información sobre los territorios de ultramar que circulaba en la Europa del siglo XVI se imprimió en Flandes, sobre todo en Amberes, el principal centro tipográfico de la época Por otra parte, las imprentas flamencas solían proporcionar los libros que sustentaron los procesos de evangelización, así como los instrumentos administrativos y científicos necesarios para el gobierno de la colonia.
Este libro constituye una primera exploración de la presencia y el uso de los impresos flamencos en el imperio hispanoportugués. Más de veinte autores internacionalmente reconocidos estudian el comercio de libros entre Flandes y el mundo ibérico e iberoamericano, y analizan la exportación al continente americano y asiático del conocimiento y de la producción tipográfica flamenca (libros, grabados y obras cartográficas). Además, tratan temas específicos que guardan relación con la propagación de las nuevas ciencias y con el desarrollo de las colecciones bibliográficas correspondientes en los territorios de ultramar.