La edición en español de la capital obra de Charles H. Kahn, Platón y el diálogo socrático. El uso filosófico de una forma literaria, supone un raro hito para la Academia: que se le proporcione, en flagrante contraste con los usos que por lo común la adornan, una obra de referencia para el pausado y durable estudio filosófico del clásico por excelencia, de los vivos textos a los que -por su propio requerimiento y apelación- siempre se ha de volver. En este sentido, el libro de Kahn tiene el mérito de dar cuenta, con la dilación y detenimiento que exigen las lecturas de trazo fino, de lo que en los diálogos platónicos se pone en escena y -contra los dogmáticos de profesión- se trata de dilucidar. Y va a parar en asideros inestables, provisionales -los únicos que acaso sean tales, también contra los dogmáticos de profesión-: su fructuosa interpretación unitarista nos descubre un Platón, o la verdadera filosofía que se resguarda tras su nombre, que explora y escruta los límites del lenguaje para ganar la melancólica conciencia de que en el decir, si ha de ser filosófico, se refractan los seguros y absolutos fundamentos
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