Nacida en un pequeño pueblo de Alemania, Brigitte Peterhans logró llegar a Estados Unidos para estudiar con Mies van der Rohe en el Instituto de Tecnología de Illinois en Chicago, y posteriormente trabajar con Bruce Graham en Skidmore, Owings & Merrill (SOM). Su trabajo durante este período reflejaba el modernismo de mediados de siglo de Mies y SOM. Más adelante en su carrera, tanto al final de su tiempo en SOM como de manera independiente tras retirarse de SOM, desarrolló un estilo propio e individual.
De manera significativa, Peterhans evitó cualquier intento de ser desafiada o elogiada exclusivamente como mujer arquitecta, insistiendo en que era simplemente una arquitecta. Sin embargo, superó los desafíos de ser una mujer en la arquitectura, y su espíritu y determinación dejaron una impresión duradera en sus jóvenes colegas. La historia de Brigitte Peterhans, por tanto, tiene el mérito de inspirar a muchas más generaciones de arquitectos, tanto mujeres como hombres.