En la historia de la vida, los seres vivos han desarrollado estrategias para ser más independientes del medio y sobrevivir mejor.
Algunas de estas estrategias son las construcciones que les permiten descansar, criar, protegerse, cazar, almacenar alimentos,
etcétera.
Las construcciones de los seres vivos presentan una extraordinaria variedad de materiales, de técnicas de construcción
(oficios) y de diseños resultantes, que permiten una gran diversidad de usos en función de las necesidades y características de
cada especie y de lo que el medio les proporciona.
Los humanos compartimos con el resto de los animales mucho más de lo que creemos, pero nuestra capacidad de aprender y
de innovar nos ha llevado más allá de las construcciones puramente funcionales. Los mecanismos por los cuales el hombre
construye son también diferentes y nos permiten hablar de animales constructores y humanos arquitectos.