El Cabildo Primado de la Catedral de Toledo nace a finales del siglo XI y de su mano se crea el Archivo y Biblioteca Capitulares, necesarios para la conservación y custodia de los fondos documentales y bibliográficos generados por el propio Cabildo Primado pero también fondos recibidos por medio de donaciones, en su mayoría de arzobispos, canónigos y clérigos. Uno de los donantes más importantes fue el arzobispo don Pedro Tenorio (1377-1399), quién sufragó la construcción de la primitiva Biblioteca Capitular y donó sus manuscritos creándose con este fondo el denominado Antiguo Fondo Toledano. Otro de los donantes ilustres fue el cardenal italiano Javier de Zelada (1717-1801), gran bibliófilo que donó parte de su biblioteca a la Catedral, al igual que el cardenal y arzobispo de Toledo Francisco Antonio de Lorenzana y Buitrón (1722-1800).