Los años cincuenta fueron una edad de oro
para la arquitectura moderna latinoamericana.
En varios países de América Latina el volumen
de edificios construidos basados en las
premisas del movimiento moderno aventajó a
experiencias contemporáneas de otras partes
del mundo. Uno de los ejemplos mexicanos
bien difundidos de este fenómeno fue la urbanización que Luis Barragán llevó a cabo en las entonces afueras de Ciudad de México, en una porción del ancestral paisaje volcánico conocido como el Pedregal de San Ángel. No tan difundidas en su momento y olvidadas después fueron las más de 400 casas modernas que un grupo de arquitectos notables construyó
dentro del contexto físico que Barragán definió
y que destacan por su excepcional calidad.
Este libro revisita el Pedregal y se concentra en
el estudio de estas casas para plantear una
reflexión histórica que surge de la cantidad y el
valor de las mismas. Así, partiendo de la detallada documentación de cerca de 60 casas
'con nuevos planos y abundante material de
archivo', 26 de ellas han sido revisitadas a
través de un espléndido reportaje fotográfico
y las demás han sido enumeradas y descritas
mediante numerosas entrevistas con los
arquitectos y clientes que aún viven.