Los bienes culturales tienen carácter de permanencia y continuidad.
Pero, para que haya continuidad histórica es importante ejercer una toma de conciencia de que se posee algo que es importante conservar, porque se le reconoce como tal, en el sentido de se
comprende su valor y aquello que este representa para la colectividad
La restauración, en general, es una disciplina relativamente joven que
encuentra sus orígenes en la moderna búsqueda histórica, cuyo fin es
reconocer el valor del bien mismo, para entonces cuidarlo. La restauración arquitectónica representa una rama más generalizada de la restauración artística, desde la cual trae y cambia principios y
métodos de intervención. Es importante hacer énfasis en el hecho de que no es solo el monumento el que necesita ser conservado, sino también su medio ambiente y que la conservación de este último garantiza una mejor transmisión hacia el futuro del bien arquitectónico.
Lo fundamental es saber unir conocimiento, cultura y economía, porque es evidente que el interés actual en el cuidado y aprecio de los bienes culturales han dado vida a numerosas disciplinas, que se mueven en el delicado y complejo mundo de la conservación
de los bienes artísticos o arquitectónicos. A partir de ese punto, se puede comprender la importancia de una alta formación especializada y de la continua actualización técnico profesional de quien decide acercarse al mundo de la conservación y de la estrecha relación
interdisciplinaria que existe entre restauración y ciencia.
El texto se propone entregar un conocimiento de base acerca de los métodos y de las técnicas necesarias para analizar una obra. Se interesa no solo en sus partes visibles, sino también en aquellas no visibles, ya que una arquitectura nace propiamente del estrecho
vínculo que existe entre la creación de la forma y su estructura.