La gente va de vacaciones a Amsterdam o París, no a Detroit o Fráncfort, y eso es porque las primeras están llenas de arquitectura "bella" y las otras de "horrores" hechos por promotores y arquitectos ávidos de dinero a los que el escritor Alain de Botton desea que la crisis inmobiliaria ponga en su sitio. En una entrevista con Efe , De Botton (Suiza, 1969), del que acaba de publicarse en España La arquitectura de la felicidad , reconoce que "el tema" de la arquitectura es "de venta difícil" pero al autor del exitoso Cómo cambiar tu vida con Proust le pareció que tenía que escribir sobre algo a lo que se enfrenta a diario cuando va de su casa al metro: "¿cómo es posible que alguien haya construido algo tan feo?".
Su última obra, es "en cierto modo" un libro de autoayuda pero a quien trata de "echar una mano" es a los propios arquitectos, para que logren que el entorno sea más bello porque, sostiene, la arquitectura "es una parte de nuestra salud mental y un ingrediente de la felicidad".
"¿Qué que es un buen edificio? Esa es la pregunta más importante en arquitectura. Mi libro intenta hacer que la gente se pregunte por ello. Es sorprendente que en las escuelas la gente aprenda de escultura, pintura pero nadie ni en España ni en Reino Unido -donde reside- aprenda nada de arquitectura", plantea De Botton, que inunda su obra con fotografías de edificios "virtuosos" y "defectuosos". "Sencillamente -desvela- carecemos del idioma de la formación y de la conciencia para oponernos a lo que construyen los promotores inmobiliarios. Somos muy vulnerables al entorno, y uno feo no ayuda a ser feliz".