La radicalidad en el uso del hormigón a la par que su extrema atención al detalle hacen de Buchner Bründler Architekten uno de los despachos más prometedores de la Suiza actual. Desde la envolvente hasta el núcleo, desde la chimenea hasta la bañera y el fregadero, todo se deriva de la lógica de vertido del hormigón, cuyo potencial plástico y atmosférico bien han sabido explotar en sus apenas 15 años de trayectoria.
La reacción al contexto es un motivo central en su obra, sea abriéndose impúdicamente hacia él como en Lofthaus o Bläsiring, sea permitiendo que éste, en toda su complejidad, talle los volúmenes como en Volta Zentrum. La sensibilidad hacia la materialidad se hace patente en el encuentro del hormigón con los muros tradicionales de granito en Linescio, o con las maderas densas en el albergue juvenil en St. Alban. El cuidado por la impronta del encofrado, por las trazas artesanales que deja el proceso de hormigonado, es evidente en Kahlstrasse y en Chienbergreben.
Se ha intentado que la concentración en lo esencial y la relevancia de la materialidad que caracterizan la obra de Buchner Bründler Architekten impregnen también los artículos de este número. A través de su revisión, se pretende poner en valor la belleza cruda de la Hochschule für Gestaltung Ulm, la erosión del hormigón en la iglesia de peregrinación de Neviges de Gottfried Böhm y la reflexión sobre el espacio arquitectónico del Centro de Aprendizaje Rolex de SANAA en Lausana; acompañando estas visiones con una reflexión sobre la aproximación al proyecto arquitectónico desde la eficacia o la eficiencia.