¿Puede acaso la Navidad ser ecológica cuando es el ritual por excelencia de los excesos del capitalismo? Durante las últimas décadas hemos asistido a un largo proceso de normalización e institucionalización del fenómeno medioambiental que refleja cómo se han desactivado los mecanismos subversivos que potencialmente contiene en sí mismo. La naturaleza conflictiva de lo ecológico ha quedado relegada a un segundo plano a través de la construcción de un discurso ecológico hegemónico que utiliza diversas estrategias discursivas para ocultar la verdadera naturaleza del problema: su dimensión conflictiva y su potencial capacidad transformadora. El resultado de este proceso ha sido la creación de un espacio de actuación ineficaz y la construcción de un discurso tan políticamente correcto como inoperante. Pensar el medio ambiente es, sobre todo, reflexionar sobre una problemática donde los peligros, riesgos, culpas y responsabilidades, presentes y futuras, abren las puertas a cuestionar nuestro mundo. Sin embargo, la lucha medioambiental se nos presenta reducida a pequeñas batallas, mediatizadas y mediáticas, lo que permite enmudecer el verdadero conflicto. Un conflicto en el que se escenifican de modo ejemplar las disputas y resistencias pero que, al final, se nos impone bajo la ironía de un aparente consenso entre diferentes actores. Buena muestra de ello es la exitosa y retórica formulación del 'desarrollo sostenible'. Así, el análisis crítico de lo que se intenta presentar como un modelo alternativo (el desarrollo sostenible) nos muestra, tal y como se argumenta en esta obra, que nos encontramos ante una enunciación filosófica y no ante un programa político transformador. Frente a los problemas e impactos medioambientales y la degradación ecológica generalizada, esta banalización de los conceptos bloquea cualquier intento de transformación radical de nuestro sistema político, económico y social.