El desierto es una gigantesca paradoja. La sobrecogedora experiencia de su inmensidad y su silencio es tan sólo un espejismo. Bajo esa apariencia se esconden los ruidos de todo tipo de acciones, de experimentaciones, de misterios, de utopías, de huídas. El desierto es también el entorno de las fi cciones, de los oasis del entretenimiento, el consumo y el juego, así como también el escenario secreto del potencial militar. Lejos de lo que pueda pensarse, el desierto es un entorno destinado a la acción. Una acción diferente, paralela, desinhibida, desmesurada -tanto en lo bueno como en lo malo- no sometida a barreras, aparentemente libre de las ataduras formales, ideológicas o culturales del mundo globalizado. Este libro surge como una exploración a través de algunas de esas acciones y de sus protagonistas.