En este volumen se abren las puertas de bares y clubs, entre la oscuridad y la claridad, la noche y el día, las entrañas y el
mundo exterior, y se despliega un ambiente que, persiguiendo el confort, suele adoptar la apariencia de casas y mansiones
donde se recogen todas las circunstancias posibles que comprendan el mayor número de personas posible. En los lugares
presentados en el libro, los antagonismos y las contradicciones alcanzan un equilibrio que escapa a todo sentido y significación:
la vida, con nuestras actuaciones condicionadas por los objetos que nos rodean y la mirada permanente de los demás; la
fugacidad, la magia y la espontaneidad del teatro, el espacio etéreo e infinito construido por una voz que acaricia un pianísimo,
suavemente, sin que se perciba el respirar.