Bajo la piel del arte describe el camino recorrido profesionalmente por su autora desde una perspectiva vital, desenfadada, a la vez que rigurosa, crítica y plagada de anécdotas. Su acercamiento al arte, su formación como restauradora, sus logros, van marcando hitos que le sirven para construir un relato de la historia de la profesión.Tomando como referencia la metáfora «médicos del arte» con la que se conoce a los restauradores de arte antiguo, y tras su especialización en restauración de arte contemporáneo, la autora estableció una específica para estos: «veterinarios del arte». La diversidad animal se prestaba como ninguna para elaborar una metodología propia, tal y como lo explica en este libro, en el que se expone una recopilación de los casos más representativos âeuros'«su caleidoscopio»âeuros' con las obras tanto antiguas como contemporáneas que, bien por la importancia de sus autores o por la dificultad que entrañaban las intervenciones, ha considerado merecedoras del interés necesario para su inclusión. Así, el emocionante descubrimiento de un retrato subyacente en una pintura del Greco, el hallazgo de pregnanona en un collage del catálogo del Surrealismo, la extrema dificultad de intervenir en una tabla del «Divino Morales», el profundo estudio científico que culminó con la catalogación de un Goya de juventud y la precisión necesaria para acometer su restauración. El diseño de sistemas específicos para abordar la restauración de los oil stick de Richard Serra, o unas imponentes burbujas de metacrilato de Darío Villalba, componen junto a otras experiencias vividas âeuros'como la acaecida con un óleo de Picasso, o participando con Josechu Dávila en su «Anulación»âeuros' lo que la autora ha dado en llamar «tribulaciones de una restauradora».