Este libro es como un bocadillo. Un bocadillo político y desestructurado, cuya parte de arriba es un trozo de barra alargada y estrecha de pan integral, y la de abajo es una pieza cuadrada de pan de molde. Dentro hay pollo trufado de violencia y amor feminista âeuros'«âeuros¦querida arquitecta, querido arquitecto, en mi opinión todo lo que eres, arquitectónicamente hablando, no se lo debes a la arquitectura sino que se lo debes a la universidadâeuros¦»âeuros'; hay chorizos holográficos que atraviesan pantallas afectivas âeuros'«âeuros¦nací moderno y me he hecho ecologizante a medida que Alicante se construía como tal...»âeuros' y hay polvo de carne de cemento amasado con agua periférica âeuros'«âeuros¦montamos [en Arquitectura en Alicante] una fiesta en la que su creatividad fuese provocativa, descarada y extravagantemente divertida, e hizo de la institución universitaria un lugar habitable, un lugar en el que construir una casa tuviera sentidoâeuros¦».Así han sido los 20 primeros años de docencia en Alicante. Este libro, que defiende la IN-DEPENDENCIA de la arquitectura, de la arquitectura que nos pertenece, y que defiende nuestra entidad futura como arquitectos ecologizantes, y que entiende la arquitectura como materia viva, es el cuerpo y la subjetividad que hemos aprendido, enseñado y practicado, con pasión y con ironía, en Arquitectura en Alicante.