Diseñado por un experimentado equipo de arquitectos, entre los que destaca Carlos Ferrater, uno de nuestros más activos arquitectos con proyectos en marcha en México, Francia y Turquía, el nuevo y ambicioso Aeropuerto Internacional Región de Murcia trata de paliar las históricas deficiencias de comunicación de un área claramente escorada hacia el turismo masivo. Quizás por ello, una de las premisas que sin duda ha guiado la estrategia de diseño de la terminal de
pasajeros -el edificio principal- pone su énfasis en la planificación de futuras ampliaciones, sin modificar su actividad diaria. Tal y como se recoge en la memoria del proyecto "se ha concebido un procesador fácilmente ampliable que permite incrementar los mostradores de facturación y los hipódromos de recogida de equipajes, pero manteniendo la estructura básica en continuo funcionamiento. Para ello, se disponen unos jardines laterales de vegetación autóctona que serán
ocupados en los sucesivos escenarios de crecimiento".
La terminal, alejada de la arquitectura aeronáutica prototípica, se basa en la superposición de espacios ortogonales neutros, caracterizados por un exhaustivo control de la intensa luminosidad mediterránea, y por el tratamiento genuinamente blanco de las superficies interiores. Por otro lado, dada la importancia de la circulación, la sucesión de diferentes espacios identificables permite una fácil y rápida legibilidad de los recorridos a realizar, algo que se ha reforzado con el empleo de inconfundibles elementos de señalética. Así, el concepto arquitectónico propuesto impone claridad y simplicidad a los procedimientos operativos.
Esta monografía recoge, de modo exhaustivo, a través de croquis, planos y un extenso ensayo fotográfico de Aleix Bagué, la complejidad de un proyecto que integra, además de la mencionada terminal, siete edificios auxiliares.
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