Los grandes despachos de arquitectura británicos, casi corporaciones internacionales, son los que en las últimas dos décadas
han recibido mayor atención mediática arropados por grandes encargos en todo el mundo. En este contexto de firmas
gigantescas cabe destacar el trabajo persistente y de gran calidad de despachos de tamaño medio que con un trabajo
cuidadoso y constante han conseguido construir un gran número de excelentes edificios; entre ellos cabría destacar la obra de
Sergison Bates (2G n.34) y la presente monografía que dedicamos al estudio de Tony Fretton.
Fundado en 1982, el despacho de Fretton tiene su punto de partida en la exploración de las posibilidades sociales de la
arquitectura. A través de una cuidadosa observación de la realidad (cliente, programa, ciudad) Fretton plantea edificios
enraizados en su entorno con capacidad de comunicar una idea de comunidad. Su arquitectura no tiene como objetivo la forma
espectacular sino el sosiego y el bienestar humano que vincula al hombre con los aspectos esenciales de la vida. Esta idea de
la arquitectura como arte social se acaba materializando en una sofisticación espacial, ejecutada con precisión y alta calidad
material, que refleja el interés por las artes plásticas del arquitecto.
Este número de 2G presenta numerosos proyectos recientes de Tony Fretton no sólo en la Gran Bretaña (la Red House o la
casa para Anish Kapoor), sino también en Holanda (donde en 2008 finalizará tres importantes proyectos de vivienda
plurifamiliar), Polonia (la embajada del Reino Unido en Varsovia) y Dinamarca (donde cabe destacar un proyecto de viviendas
en el centro de Copenhague junto a la famosa Marmorkirken y el Fuglsangmuseum en Lolland).