La notable arquitectura española del siglo XX se desarrolló en un contexto turbulento de revolución, guerra civil, dictadura y transición a la democracia. La arquitectura desempeñó un papel clave en la lucha de España por salir de la pobreza y el aislamiento y en su búsqueda de identidad en el mundo moderno. Este nuevo estudio examina la arquitectura española desde las raíces del modernismo en los siglos XVIII y XIX hasta el presente, analizando figuras significativas y sus obras en relación con sus contextos políticos, sociales y culturales. Desde el primer modernismo local y austero de Madrid y las obras de Barcelona influenciadas internacionalmente, hasta el modernismo "organicista" de los años 60 y la floreciente arquitectura pública de finales del siglo XX y más allá, este libro ofrece una profunda visión del rico y variado entorno construido de España.