El salmón es un pez que remonta las aguas y traza su propio camino chocando con los peces que bajan por el cauce del río,
esquivándolos, luchando contra la fuerza del agua que lo empuja hacia el mar. Y todo esto, tan sólo por poder dejar en un
rincón escondido de donde nacen las aguas los huevos de lo que será su descendencia, su obra. Hay salmones inquietos,
salmones vagos, hay salmones que prefieren morir antes que estar parados, hay salmones que se pasan el día hablando, otros
salmones callan y contemplan, pero todos, todos ellos, acaban subiendo por el cauce del río huyendo de la masa indistinta en
la que para ellos se ha convertido el mar. Nadar a contracorriente, contra lo que muchos erróneamente piensan, se ha
convertido para ellos en la única manera de sobrevivir.
Julia Pelletier, Markus Gmür, Núria Rius, Rober Pallars, Mertxe, Paco y Manolo, Thomas Wagner, Roope Alho y las firmas Supa
y C-lab Studio, son los salmones de tierra que corren por las calles de Barcelona y que este año han sido elegidos para
protagonizar las páginas del segundo volumen de Salmones en Barcelona a contracorriente. Todos ellos son peces que
nadan a contracorriente, fotógrafos, diseñadores, ilustradores, que habitan en la confusa línea que marca las fronteras entre el
arte y las tendencias y que hace difícil ponerles una única etiqueta o encerrarlos en una sola disciplina.