Manfred Sack, en un ensayo sobre los puentes: "El sumo sacerdote en Roma fue el pontifex maximus, el mayor constructor de puentes entre el hombre y Dios, entre este mundo y el otro mundo. Las tribus germánicas vieron el puente del arco iris físicamente delante de ellos; era su camino de luz al Valhalla. La tradición construye puentes entre ayer y mañana. La construcción de puentes es de esta manera no sólo un proceso físico, sino un acontecimiento espiritual y emocional, un deseo sentido por el alma. No es de extrañar que aquellos que diseñan y calculan puentes, quienes los construyen y, por tanto, aceptan riesgos, al menos inconscientemente sienten parte de su importancia extrasensorial y de su actividad sensorial"
Y esto es aún más cierto cuando hablamos de los puentes que atraviesan del Rin, el río más importante de Europa, el cual está envuelto en mitos y leyendas y ha inspirado poesía y música como ningún otro. Hasta el siglo XIX se cruzó casi exclusivamente a través de los transbordadores. Con el inicio de la industrialización, más y más productos tenían que ser transportados cada vez más rápidamente. Hoy en día, más de 250 puentes cruzan el río, dando forma a la gran diversidad del paisaje del Rin.
Desde 1987, Riehle ha fotografiado unos 150 puentes del Rin desde el nacimiento del río en Suiza hasta el delta del Rin en los Países Bajos. Los 100 puentes más interesantes están publicados en este libro.