Esta propuesta muestra una determinada manera de reconocer, apreciar y reformular la especificidad de la arquitectura catalana local en contraste con la arquitectura global y de franquicias que se ha popularizado en los últimos años. El punto de partida es la Casa Bofarull (1913-1933), una de las obras clave de Josep Maria Jujol. En el trabajo de este arquitecto identificamos una actitud que se puede rastrear a través de numerosos edificios construidos en el siglo pasado, basados en un intenso diálogo con las características pre-existentes que permiten
crear un proyecto de hibridación, así como les esquejes se injertan en un árbol, entre los viejos y los nuevos elementos arquitectónicos.
La Casa Bofarull nos permite explorar una actitud arquitectónica que es atemporal. Le acompañan otros proyectos: el IES La Llauna en Badalona (Carme Pinós y Enric Miralles), el Teatro La Lira en Ripoll (RCR Arquitectes y Joan Puigcorbé) y el espacio transmisor del túmulo/dolmen megalítico de Seró (Toni Gironès). Todos estos trabajos incluyen las construcciones preexistentes y son el resultado de reinterpretar los materiales tradicionales y dialogar con nuevas arquitecturas.