A Bill Bryson se le ocurrió un día la idea de que dedicamos mucho más tiempo a estudiar las batallas y lasguerras de la historia que a reflexionar sobre aquello de lo que en realidad está hecha la historia: siglos de gentedesarrollando con discreción sus tareas diarias, comiendo, durmiendo y tratando de vivir con más comodidades, y que lamayor parte de los principales descubrimientos de la humanidad se encuentran en la mismísima estructura de las casasque habitamos.