Arrastradas por una madre que huye atemorizada del marido, Nina Bunjevac y su hermana abandonan Canadá y se instalan en la Yugoslavia de mediados de los años setenta. Un viaje extraño, el regreso a una tierra de la que la familia ya se había exiliado, un lugar marcado históricamente por el odio y los fanatismos políticos; otra vuelta a la rueda de dolor que siempre azotó los Balcanes.
Nina acabará dibujando lo que no puede decirse. Porque Yugoslavia fue y es todavía la gran metáfora europea, la del intercambio y el rechazo, la mezcla y la pureza, la religión y la política, el espíritu de revancha y el espíritu de redención.publiarq.com