Mario Pani, uno de los arquitectos más destacados de mediados del siglo XX, fue capaz
de conjugar la arquitectura moderna con sus
relaciones con el poder. Formado en París
y procedente de una notable familia mexicana,
llevó a México las enseñanzas de Le
Corbusier y las adaptó a las necesidades
locales. También fue un visionario e infatigable
urbanista, capaz de seducir a todas las clases
sociales y políticas para llevar a cabo sus proyectos.
A su vez, Pani fue un notable agitador
cultural desde la revista Arquitectura-Mexico,
que dirigió durante mas de cuarenta años.
Con la perspectiva del tiempo, esta nueva
visita a su trabajo, excelentemente documentado
por el fotógrafo Guillermo Zamora, resulta
de gran interés tanto por la belleza de las
imágenes y de su arquitectura como por el
significado estratégico que supone rescatar
de nuevo su obra.