Desde hace mucho tiempo, la historia de la literaturase asienta sobre dos graves supersticiones: lade la autoría y la de la materialidad de la obra. Eldesafío borgiano a estos prejuicios nos permite descubriruna genuina obra subterránea perdida en suspropios textos: la Eneida.Sin temor a exagerar, este texto oculto va más alláde la mera lectura o del vago recuerdo, pues explicay justifica la poética borgiana. Se trata de la obraque Borges quiso volver a escribir, como si él mismofuera el Menard de su ficción.Se trata precisamente de una Eneida que Borgesolvidó conscientemente y soñó, en abierto desafíoa la historia literaria y sus géneros. Ya no estamosante una epopeya como la de su precursor Virgilio,sino ante una elegía o una épica del alma.Una arqueología literaria y nostálgica por entrelos textos borgianos ha permitido a García Juradorecuperar los retazos de esta creación oculta, querompe con la ciega secuencia del tiempo.