En Brasil el futbol es más que un deporte. Es esperanza de un futuro mejor, una distracción de la monotonía del día a día, un creador de identidad y comunidad, algo con sentido. Si no tienen un balón, la gente da patadas a frutas o latas; cuando no hay campo se lo inventan. El futbol marca el alma de los brasileños, así como la imagen de la ciudad y el paisaje.
Cualquier trozo de terreno que está más o menos plano y no está ocupado o construido se convierte en un campo de futbol. Aunque falten espacios de reunión, parques o centros urbanos, siempre hay un "campo de pelada".
En este volumen Ed Viggiani y Leonardo Finotti, dos fotógrafos brasileños, Alfonso Celso García Reis, un famoso exjugador de futbol y Luis Antonio Jorge, un arquitecto y urbanista, buscan y encuentran futbol en lugares donde uno no esperaría encontrarlo