La presente publicación es fruto de una investigación realizada a lo largo de más de veinte años. Trata sobre el arte leonés emigrado a diferentes lugares de España y del extranjero, en fechas y condiciones muy diferentes. Son estudiados unas 160 obras artísticas, que abarcan desde el siglo IV, con el magnífico sarcófago paleocristiano, procedente de Astorga, al siglo XVI, con la tardía manifestación de la pintura gótica en el tríptico de Marcellus Coffermans, conservadas ambas en el Museo Arqueológico Nacional. En esta institución se custodian también la cruz de don Fernando y doña Sancha y varias arquetas que formaban parte del tesoro de San Isidoro, de León, donde permanecen varias preseas más.
La autora del libro, Ángela Franco Mata, leonesa, del Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museos, desarrolla su función como jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional desde 1984. Es autora asimismo de libros, varios de ellos vinculados con León, como su tesis doctoral sobre Escultura gótica en León y provincia (León, 1976, 1998), y artículos, particularmente sobre diferentes aspectos artísticos de la catedral de León.
El tesoro de San Isidoro es el conjunto más relevante, del que además de las joyas indicadas, formaba parte del mismo la placa eboraria de la Traditio Legis, conservada en el Museo del Louvre, institución que ha adquirido también el cáliz y la patena del abad Pelagio, que se hallaban en origen presumiblemente en Santiago de Peñalba.
Otros museos e instituciones españoles han hecho acopio de arte leonés; en Madrid, el Instituto Valencia de Don Juan conserva dos tejidos islámicos de gran belleza, y una matriz de sello, excepción artística por proceder de una comarca pobre, Santa María del Páramo. Federico Marés adquirió varias imágenes románicas y góticas para el museo que lleva su nombre en Barcelona, como el Cristo crucificado, del primer cuarto del siglo XIII, procedente de la iglesia de San Bartolomé de Astorga, y otro tanto cabe decir de la Fundación Francisco Godia, actualmente divida entre sus herederas. Dos arquetas-relicario medievales, procedentes del monasterio de San Esteban de Nogales fueron compradas por el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Varios museos e instituciones norteamericanos se han enriquecidos con obras procedentes del patrimonio histórico-artístico leonés, entre ellas el Fogg Museum, perteneciente a la Universidad de Harvard y la Hispanic Society de Nueva York, entre otras. En el primero se guardan dos esculturas góticas procedentes del derruido monasterio cluniacense de Sahagún, el cenobio que más sufrió las deplorables consecuencias de la desamortización de Mendizábal.
(Enclave. Revista Cultural de Castilla y León)