Jesús Carrasco-Muñoz y Encina es probablemente uno de los más representativos pero menos valorados arquitectos madrileños del primer tercio del siglo XX. Sin embargo su amplia y diversa trayectoria profesional, desconocida por el gran público e ignorada por muchos especialistas, constituye un fiel reflejo del desarrollo arquitectónico en Madrid durante aquellos años. Tradicional y moderno a la vez, ecléctico, en definitiva, Carrasco-Muñoz fue un creador plenamente comprometido con su trabajo, que supo abstraerse de un entorno no siempre favorable y dedicarse con entusiasmo a su gran pasión: la Arquitectura.