El arquitecto paisajista tiene una gran responsabilidad a la hora de crear proyectos que no socaven el frágil equilibrio natural de
las zonas áridas. La comprensión de este tipo de paisajes será de gran ayuda para preservar nuestro mundo y la calidad de
vida de la población que habita en estos territorios. Este libro presenta numerosos ejemplos de oasis, jardines y agricultura en
el desierto, en definitiva, una muestra de cómo es posible trabajar con un paisaje inicialmente tan hostil.