Este libro se plantea como un manifiesto del
suburbanismo: una nueva aproximación a los
modos de configuración urbanos que entienden
el suburbio como el lugar en el que transcurre
la vida cotidiana de muchas personas.
Desafiando el papel protagonista del programa
como regulador de la actividad proyectual, el
autor, Sébastien Marot, argumenta que, en
realidad, la atención debe dirigirse hacia el
lugar, hacia el emplazamiento del proyecto.
Pero no nos propone una lectura del emplazamiento objetiva o en función del programa, sino una lectura del lugar realizada con detenimiento, atendiendo a las capas superpuestas del tiempo y considerando activamente la memoria. Marot analiza este punto de partida mediante diversos ejemplos: el libro de Frances Yates sobre el arte de la memoria tal y como era vivido en las civilizaciones antiguas; la analogía planteada por Sigmund Freud entre el pasado de una ciudad y la memoria; el paseo de Robert Smithson por la zona suburbana donde nació; o el proyecto de Georges Descombes para un parque en el suburbio de Ginebra dónde vivió durante su niñez.