Continuamos con este número la serie de monografías dedicadas a la producción arquitectónica en hormigón visto en diversos países. Seguramente, como en cualquier selección, son tantos los olvidados como los incluidos. Hemos tratado a pesar de ello de que existiese un buen balance, tanto generacional entre los arquitectos presentes, como tipológico y escalar en las obras que los representan.
Arquitectónicamente, y desde un punto de vista de la formación académica, Colombia es un país joven no han transcurrido aún ni cien años desde que se fundara la primera Facultad de Arquitectura en Bogotá, en 1936. No obstante esto no es óbice para que, a lo largo de estos años, Colombia haya demostrado ser un país inmensamente rico, tanto desde el punto de vista de la calidad de su producción arquitectónica, como desde la diversidad y profusión de la misma.
Se recogen aquí algunos trabajos de arquitectos nacidos alrededor de 1925, como son Germán Samper (Esguerra, Sáenz, Urdaneta y Samper) y Rogelio Salmona. El tiempo es circular y en el mismo número tenemos la oportunidad de apreciar el trabajo realizado por arquitectos hijos de algunos grandes representantes de esta segunda generación, como son Daniel Bermúdez, Eduardo Samper, Rafael Esguerra y Lorenzo Castro, pudiendo constatar a la vez lógicas evoluciones, pero también algunas permanencias, basadas siempre en un saber hacer extremadamente sólido.
A la par que el trabajo de estos últimos, aparece reflejada la producción de otros arquitectos pertenecientes a las generaciones más recientes, en las cuales se han gestado también profesionales de inmensa valía, en los que quizás se revelan influencias de un contexto más 'global'.
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