La misión última de las instituciones educativas es la formación integral de los alumnos. Para alcanzar esta meta, deben valerse de un cuerpo urbanístico cualificado, que albergue el insustituible contacto humano, y estimule la motivación para el aprendizaje. Pero los espacios físicos están llamados a adquirir otra virtud trascendente: transmitir valores por sí mismos, adentrándose en una dimensión didáctica. Bajo esta mirada, es preciso profundizar en el paradigma del "Campus Didáctico": una herramienta teórica y práctica, estructurada en 18 principios esenciales, que puede orientar a educadores, gestores o arquitectos, en la tarea de diseñar adecuadamente nuevos proyectos o transformaciones de los existentes. la calidad de la Educación está estrechamente vinculada con la calidad de su Arquitectura.